Un mural con una imagen de Fidel Castro y un saludo a Cuba presidió hasta hoy la plaza central de este municipio libanés, donde el tributo al líder revolucionario entronizó la trayectoria local de resistencia contra Israel.
 
Por iniciativa del Partido Comunista de El Líbano (PCL), organización de gran arraigo y trayectoria en esta localidad del sureste del país, la municipalidad controlada por el movimiento de Resistencia chiita Hizbulah aceptó colocar una gigantografía del líder histórico de la Revolución Cubana.
 
'Un saludo para mis compañeros de la digna Cuba', se lee en árabe en la pancarta con la foto del Comandante en Jefe vestido de uniforme verde oliva y haciendo el saludo militar.
 
El texto fue extraído de una canción de Marcel Khalife compuesta como una suerte de himno de la delegación árabe-libanesa que acudió al XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en 1978 en Cuba.
 
Por mera coincidencia, la composición fotográfica elaborada por miembros del PCL en una computadora con el fin utilizarla en sus actividades políticas y sociales, quedó lista el 25 de noviembre, día en que murió el líder histórico de la Revolución cubana.
 
De inmediato, los promotores del tributo decidieron ampliarla y solicitar permiso a la alcaldía para colocarla en un lugar céntrico y público del municipio, donde durante varios días la imagen estuvo acompañada de pequeñas velas blancas que formaban el número 90, la edad con la que falleció Fidel.
 
Tras desplegarla en el principal parque de la urbe, la valla estuvo flanqueada por velas, una corona de flores y banderas libanesas, y ante ella varios militantes comunistas hicieron guardia de honor y muchos transeúntes se detuvieron en señal de respeto y admiración, constató Prensa Latina.
 
La presidencia de la alcaldía municipal expresó al encargado de negocios de Cuba en El Líbano, Raúl Madrigal, satisfacción por poder rendir tributo a una personalidad que -dijo- en vida suscitó amplia e infinita inspiración entre los libaneses.
 
Incluso, agradeció la idea del PCL al considerar que expresó el sentir de todos, una afirmación que minutos después se hizo patente con la afluencia de vecinos a saludar y tomarse fotos con Madrigal y otros cubanos presentes.
 
El gesto tuvo significado añadido en Nabatieh, considerada por muchos como tierra de fuerte base social y veterana actividad comunista y de resistencia contra el enemigo sionista, pero también de historia centenaria de insumisión a sucesivos conquistadores, incluidos Saladino y los cruzados.
 
Ahmad, un vecino que se sumó al acto al que asistió el diplomático cubano, comentó a Prensa Latina que el expresidente cubano sigue siendo 'fuente inspiradora en la lucha contra la ocupación israelí, como lo fue en las guerras de abril de 1996 y julio de 2006'.
 
Recordó que cuando escaló la guerra libanés-israelí en la década de 1970, los sionistas arrasaron el campamento de refugiados palestinos en Nabatieh y bombardearon diariamente al azar, lo cual ocasionó muchas víctimas, pero también 'multiplicó el sentimiento libertario, como nos enseñó Fidel'.