Fidel Castro: Decidir la soberanía de un país es luchar por la paz
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19 de mayo de 1961.- Fidel habla al entregársele el Premio Lenin por la Paz en el teatro de la Central de Trabajadores de Cuba, en La Habana.
“A lo largo de la historia de la humanidad, las causas constantes de las guerras han sido la explotación y el pillaje. Desde que el hombre tiene conciencia de la evolución histórica, todas las guerras han tenido por causa esas dos razones”.
Fidel precisa que defender el derecho de autodeterminación del pueblo, el decidir su propio destino y la soberanía del país, es luchar por la paz.
“Y Cuba ha luchado por la paz combatiendo la tiranía; Cuba ha luchado por la paz combatiendo la explotación del hombre por el hombre; Cuba ha luchado por la paz defendiendo su derecho a la autodeterminación; Cuba ha luchado por la paz defendiendo su soberanía”.
Recuerda a los revolucionarios cubanos que habían caído en el enfrentamiento de la invasión mercenaria en el mes anterior y a los que tanto en el país como en otras partes del mundo también habían muerto por la causa de sus pueblos y en defensa de la paz.
Destaca que ellos merecen en primer lugar ese Premio, y agrega que lo merece el pueblo cubano que tan heroicamente, ha defendido su derecho a la soberanía, a la libertad y la justicia.
Fidel señala, además, el simbolismo que tiene la celebración de ese acto un 19 de mayo, fecha en que en 1895 se produjo la muerte de José Martí:
“Para él también, para todos los que se sacrificaron y cayeron como él para edificar la nacionalidad y la soberanía enteramente libre, la soberanía sin mancha y sin menoscabo de la patria; para ellos y para los que cayeron después que ellos, para todos los cubanos que luchando por la justicia social, que luchando contra el imperialismo, luchando por la soberanía y luchando contra la explotación del hombre por el hombre, para ellos también, en primer lugar, este Premio por la Paz”
En 1970, Fidel pronuncia un discurso en La Habana en el acto de recibimiento a 11 pescadores cubanos que habían sido secuestrados cuando realizaban su labor en aguas internacionales.
En la parte final de su discurso le explica al pueblo que pese al gran esfuerzo realizado en el país no se podría lograr el objetivo de producir diez millones de toneladas de azúcar.
Exhorta al pueblo a crecerse ante tal situación:
“Levantemos la frente, ¡levantemos la frente!, que nos queda mucho por luchar, nos queda mucho por hacer. ¡Levantemos la frente en este instante amargo!”